La acción de estudiar es una actividad aparentemente dura, difícil casi imposible si se le observa con visión pesimista e irresponsable pero es altamente placentera y exitosa si se le toma desde el punto de vista de progreso, superación, esfuerzo y gratificación.
Es verdad que exige muchísima dedicación, paciencia, amor, deseo, tiempo, sacrificio, pero sobre todo esas inmensas ganas de superarse lo que conlleva a templar el carácter, porque el éxito no viene así de la nada es el resultado de múltiples actividades realizadas día a día, sin retroceder ni desanimarse por el contrario seguir con visión futurista de triunfo. Para lograr el éxito hay que primero plantearse una meta, un objetivo, poseer pensamientos sólidos, claros y concisos de lo que desea conseguir con previa planificación, tomando en cuenta las muchas circunstancias que hay que superar. Es por esto que en estas circunstancias de estudio para aprobar el año en supletorios y remediales, los padres deben plantear charlas amenas con sus hijos dándoles la oportunidad de que expresen libremente sus anhelos y deseos para dedicarles mayor atención en los estudios de estos días así como ofrecerles su ayuda incondicional en todo lo que su hijo necesite, sirviendo de soporte para esta dura prueba de estudio, pero sobre todo dedicándole tiempo, mucho tiempo para revisarle las tareas, sentarse con su hijo reforzarle el conocimiento expresarle el inmenso amor que siente y en fraterno dialogo plantear normas y reglas necesarias para el estudio provechoso de su hijo, es decir en mutuo acuerdo disponerse a desempeñar a cabalidad el trabajo de cada uno sea como padre o como hijo, para todo esto , tanto el progenitor como el descendiente deben poseer una sólida formación moral porque el estudio exige poner a prueba valores que el padre debió inculcar a su hijo y éste debió aprenderlos perfectamente. Es en este accionar donde se verá los resultados y el trabajo realizado por cada una de las partes siendo lógico obtener notas de alto puntaje reflejando la verdadera dedicación de un tarea bien planificada y realizada por el padre con su hijo. (O)